Informate sobre el TRASPLANTE RENAL para poder tomar una decision correcta.
Lea detenidamente esta información, en caso de que le surjan dudas o necesite más información, háganoslo saber y lo ayudaremos con mucho gusto.
El trasplante renal es un tratamiento médico-quirúrgico que se ofrece a un paciente que tiene una insuficiencia renal crónica extrema. Su realización exige una serie de pasos que se inician con una consulta informativa en la policlínica de pre-trasplante, donde el paciente concurre con su historia clínica y plantea su deseo de someterse a un trasplante. Alli el médico del equipo le ofrece una información detallada de los riesgos y beneficios del mismo, y en caso de que luego de la misma el paciente mantenga su deseo de trasplante, se procederá a una completar su evaluación mediante una serie de exámenes, para establecer si es o no un buen candidato. Finalizada esta etapa, que incluye como mínimo otra consulta donde el paciente concurre con los resultados de los exámenes solicitados, y si no se comprueban contraindicaciones, es incluido en una lista de espera donde se encuentran todos los aspirantes a un trasplante renal, y allí permanece hasta que aparezca un donante adecuado. Este último paso se puede evitar si cuenta con un donante vivo sano y compatible. En este caso, finalizada la evaluación del paciente y la de su donante, se podrá coordinar el trasplante a la brevedad.
El siguiente paso será el acto quirúrgico del implante, en el que recibe un riñón sano, procedente de un donante vivo o fallecido, iniciando luego la etapa de control y seguimiento posterior que el equipo ofrece de por vida del injerto.
Mediante este procedimiento se pretende mejorar su calidad de vida y aumentar los años de vida, eliminando algunas de las restricciones que presentan los pacientes en diálisis.
En principio todo paciente con una insuficiencia renal extrema es candidato a trasplante renal como primera opción. Sin embargo, existen algunas situaciones o patologías que pueden condicionar una mala evolución del riñón o del propio paciente y entonces contraindicar el trasplante. Para investigar este aspecto, es que se realiza la evaluación referida anteriormente, en la policlínica de pre-trasplante, cuyo objetivo final es minimizar los eventuales riesgos de este procedimiento. Esta evaluación nos permite, no solo advertir al paciente sobre sus riesgos, sino también acompañarle en la decisión de someterse o no al trasplante, o descartarlo como candidato temporal o definitivamente, y aconsejarle el mejor tratamiento futuro.
Estos son pocos, pero condicionan una mala evolución y obligan al equipo a descartarlo como candidato. Entre ellos destacamos la enfermedad cardiaca, pulmonar, cerebral o general que tenga una mala evolución a corto plazo; también la existencia de una adicción a drogas no controlada, una infección en curso no resuelta, etc. De acuerdo con el tipo de riesgo encontrado, le aconsejaran mantenerse en tratamiento dialítico por un tiempo acotado, esperando la mejoría o desaparición del riesgo, o bien en forma definitiva si el riesgo es permanente. En cualquier caso Ud podrá consultar una segunda opinión, sea con otro medico del equipo, o en otro equipo.
La intervención se realiza en block quirúrgico con anestesia general mediante una incisión en el abdomen. El riñón se coloca habitualmente en una de las fosas iliacas conectando su arteria y su vena a la arteria y vena iliacas del paciente y el uréter a la vejiga.
Como luego de cualquier cirugía, va a sentir dolor en la zona del implante, por lo que será adecuadamente calmado. Durante unos días será imprescindible mantener una sonda en su vejiga para facilitar el vaciado, mientras cicatriza la unión del uréter a su vejiga.
El riñón puede funcionar inmediatamente o no; en este último caso puede ser necesario dializarlo algunos días o semanas hasta lograr que el riñón recupere una función suficiente.
Con el objeto de disminuir las chances de que su organismo rechace el riñón trasplantado al identificarlo como extraño, es necesario utilizar medicamentos inmunosupresores. Estos disminuyen la capacidad de defensa ante infecciones y tienen otros efectos secundarios.
Ud puede requerir transfusiones sanguíneas en el postoperatorio, así como diferentes procedimientos para el diagnóstico de complicaciones (extracciones sanguíneas, estudios radiológicos con y sin contraste, biopsias renales y de otros órganos mediante punciones a través de la piel o con cirugía abierta). Además, pueden ser necesarias otras intervenciones quirúrgicas para solucionar eventuales complicaciones.
El tiempo de internación postoperatorio depende por un lado del momento en que comience a funcionar el riñón, y por otro de la presencia o no de otras complicaciones. Habitualmente es menor en los trasplantes con dador vivo que en los cadavéricos.
El adecuado funcionamiento del riñón trasplantado permitirá, no solo la correcta depuración de la sangre evitando asi los tratamientos de diálisis, sino que también regulará otras funciones como la producción de eritropoyetina que mejorara su anemia, la libido y la fertilidad, facilitando la posibilidad de tener hijos.
Todo lo anterior se traducirá en una sensación de bienestar físico mayor, así como con la consiguiente mejora en su calidad de vida, favoreciendo además una mejor sobrevida que la diálisis.
Cualquier actuación médica tiene riesgos. La mayor parte de las veces los riesgos no se materializan, y la intervención no produce daños o efectos secundarios indeseables. Pero a veces no es así. Por eso es importante que usted conozca los riesgos que pueden aparecer en este proceso o intervención.
LOS MÁS FRECUENTES:
Problemas y complicaciones derivadas de la herida quirúrgica (infección con diferente gravedad, dehiscencia de sutura – apertura-, fístulas permanentes o temporales, defectos estéticos derivados de algunas de las complicaciones anteriores o procesos cicatriciales anormales, intolerancia a los materiales de sutura que puede llegar incluso a la necesidad de re intervención para su extracción, neuralgias -dolores nerviosos-, hiperestesias-aumento de la sensibilidad- o hipoestesias -disminución de la sensibilidad).
Otras complicaciones son favorecidas por el empleo de tratamientos inmunosupresores.
Náuseas, vómitos, úlceras corneales, reacciones alérgicas, flebitis. Infecciones que pueden resultar graves e incluir riesgo para su vida.
LOS MÁS GRAVES: Suelen ser los menos frecuentes.
En relación a los procedimientos anestésicos: En relación con el tubo colocado en la garganta para permitir la respiración durante la intervención: disfonías, estenosis, rotura piezas dentarias, infecciones pulmonares o de mediastino. Complicaciones cardiovasculares durante la intervención. Anafilaxia relacionada a reacción a alguna droga.
En relación a las transfusiones: Cada muestra, siempre procedente de donantes sanos, es exhaustivamente estudiada para detectar el virus de la hepatitis B y C, sífilis y el VIH. A pesar de ello, debido al período de incubación existente en todo proceso infeccioso y a algunos falsos negativos, la sangre y sus componentes pueden seguir transmitiendo enfermedades infecciosas aunque con muy poca frecuencia. Otro riesgo de la transfusión es la aparición de reacciones alérgicas que suelen ser leves (fiebre, picores) pero que excepcionalmente pueden ser graves.
VINCULADOS A LA INTERVENCION:
VINCULADOS A LA MEDICACION:
VINCULADAS AL RIÑON TRASPLANTADO:
– A veces, durante la intervención, se producen hallazgos imprevistos. Pueden obligar a tener que modificar la forma de hacer la intervención y utilizar variantes de la misma no contempladas inicialmente.
– A veces es necesario tomar muestras biológicas para estudiar mejor su caso. Pueden ser conservadas y utilizadas posteriormente para realizar investigaciones relacionadas con la enfermedad que usted padece. No se usaran directamente para fines comerciales. Si fueran a ser utilizadas para otros fines distintos se le pediría posteriormente el consentimiento expreso para ello. Si no da su consentimiento para ser utilizadas en investigación, las muestras se destruirán una vez dejen de ser útiles para documentar su caso, según las normas del centro. En cualquier caso, se protegerá adecuadamente la confidencialidad en todo momento.
– También puede hacer falta tomar imágenes, como fotos o videos. Sirven para documentar mejor el caso. También pueden usarse para fines docentes de difusión del conocimiento científico. En cualquier caso serán usadas si usted da su autorización. Su identidad siempre será preservada de forma confidencial.
El acto médico trasplante renal se realiza con cobertura financiera del FONDO NACIONAL DE RECURSOS (en adelante FNR). El FNR es un organismo público no estatal creado por el decreto Ley 14.897 en 1980 y luego por la Ley 16.343 de 1992 cuya misión es financiar algunos procedimientos costosos y de alta complejidad que se realizan en los Institutos de Medicina Altamente especializada (IMAE). La Ley 17930 en su art. 313 de 2005 amplió sus competencias al incorporar los medicamentos a su cobertura. La financiación del acto de trasplante por parte del FNR se cumplirá siempre que sus indicaciones y protocolos de realización se encuentren comprendidos dentro la normativa de cobertura vigente.